jueves, 26 de febrero de 2009

VISIÓN DE FUTURO



“Aunque supiera que mañana terminara el mundo hoy plantaría un árbol”
Martin Luther King.



Realmente a los seres humanos ateos o creyentes no nos están quedando muchas opciones cuando hablamos de MAÑANA, ya que nuestra naturaleza no nos permite espiar, si creer. Esto simula una especie de espionaje Braile. Cierto vislumbrar a ciegas se vuelve totalmente necesario en un estadio de angustia y soledad, aunque, misteriosamente logramos olvidarlo frente a un buen trozo de chocolate, y es cuando no necesitamos indagar de dónde venimos ni a dónde vamos porque el presente acaba de lucirse. Solo debemos utilizar uno de los tantos casilleros en la memoria y cuidadosamente guardar ahí la sensación que nos produjo ese momento intimo con la tableta, para poder repasarlo en momentos de soledad y angustia. Muy por el contrario lo que solemos hacer es estimular ese sentimiento doloroso con unos buenos discos de esos que escuchabas con ella…antes de que te dejara el corazón con agujeritos. Otra técnica es la de encerrarnos cortando todos los medios de comunicación con el exterior (sms, chat, puertas, ventanas etc.) para poder sentir con fidelidad ese escalofriante sentimiento de que estamos completamente solos en este mundo tan cruel.
Definitivamente me doy cuenta que en esta postura no puedo rescatarme ni a mí mismo, a sique decidí invertir en algo de ayuda psicológica desenmarañadora y un piano nuevo para calmar cierta ansiedad de saneamiento.
Dos años pasaron desde mi última reunión con los fantasmas internos que me tomaban el talón y lo jalaban con saña hacia el ADES. Ciertamente hay una gran variedad de cosas para relatar de estos viajes al cálido centro de la tierra pero lo que realmente nos compete es como lograr una agradable visión de futuro que nos permita vivir acá arriba con cierta soltura y plenitud, ya que estamos diseñados con fecha de vencimiento y luego del mismo cada cual hará su propia experiencia subterránea.

Exercise moonbike Example One
Del lugar que vengo era bastante más fácil ponerle un poco de bálsamo a nuestras almas, bastaba con echar un vistazo por la ventana y darte cuenta de que no había más paraíso que este. Pero no quisiera nadie que este relato termine acá, por lo tanto vamos a plantear una situación hipotética en un lugar más usual y citadino como la 9 de Julio. La experiencia consiste en un simple paseo en bicicleta, con algo de música a elección que les produzca alegría. No voy a dar otro criterio para la elección de música porque ‘cada loco con su tema’(hay quienes calman un momento de desacato mental con Judas Priest). Montamos el biciclo y arrancamos a pasear, si relájense y observen con el amplio espectro de su crítica iris. Ahora si es cuando inauguramos la balanza imaginaria, más precisamente uno de sus lados, inscripto con la frase “el destino de la humanidad esta jodido”. Y echamos arriba al malnacido del taxista que parece llevar a alguien con un ataque de asma atrás y nos expele unos bocinazos acompañados de las respectivas palabras, producto de necesarios narcóticos nocturnos para poder llegar a la parada al otro lado tuyo y encender un cigarrillo. Acaba de encenderse el “fastidiometro” ya podemos ver todo con claridad, policías por todas partes basura tirada, perros abandonados, edificios como grandes cajas de te sin un mínimo de buen gusto, y hasta visualizamos el smog de un color verdoso. Game Over. Con ese pesimismo no hacemos dos cuadras.
Es mejor que pongamos algún contrapeso en el lado de “tan, tan jodidos no estamos” pero vamos a tener que interactuar un poco.

Exercise moonbike Example Two
Comencemos de nuevo, tal vez estemos haciendo algo mal? solo buscábamos algo de la sociedad en que vivimos y de la que somos parte, por ende, de una parte de nosotros mismos. El método burbuja ‘no te escucho no te veo’ no tuvo buen puerto. Creo que la clave esta en un mix poco complejo que consta de la música el paseo y un poco de conexión con el resto del mundo, a sique vamos a probar de contagiar, parafraseando a Calle 13, a inyectar la bacteria. Saquemos del oxidado arca ese disquette con el archivo ‘saludar.rar’ y sin discriminar por todo lo que sea que suelas discriminar saluda con una sonrisa sincera. Alguno se va a sorprender, alguno te va a ignorar, pero a ese que tu diablito en el hombro izquierdo ya le había encontrando un perfecto peyorativo se te adelanta y te lanza un combo: te saluda te sonríe y cabecea como asintiendo. Eso que sentís en ese efímero instante guardalo en el locker al lado del momento del chocolate.